Básicos de los medicamentos para el Parkinson

La medicación desempeña un papel fundamental en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson (EP), pero es sólo una parte de un plan de cuidados más amplio.
El siguiente artículo se basa en una Charla con Expertos - Expert Briefing de la Parkinson's Foundation donde el Dr. Danny Bega explora cómo encajan los medicamentos en el cuidado integral y holístico del Parkinson. El Dr. Bega tiene una maestría en Ciencias, es profesor adjunto de Neurología, director médico y director del programa de residencia en Neurología del Centro de la Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento de la Northwestern University Feinberg School of Medicine, un Centro de Excelencia de la Parkinson’s Foundation. También es director de los programas de las enfermedades de Huntington y Wilson en Northwestern.
Comprender la conexión entre la dopamina y el Parkinson
El Parkinson es un trastorno progresivo relacionado con la disminución de los niveles de dopamina, una sustancia química cerebral que influye en el movimiento, la memoria y muchos otros procesos vitales del organismo. Otras sustancias químicas del cerebro, como la norepinefrina y la serotonina, también pueden verse afectadas en la enfermedad de Parkinson e influir en los síntomas.
A medida que avanza el Parkinson, el número de células cerebrales que producen dopamina sigue disminuyendo y las células restantes luchan por almacenar y liberarla. Esto provoca lentitud de movimientos, temblores, rigidez y otros síntomas motores. También puede causar diversos síntomas no motores, como estreñimiento, pérdida del olfato y cambios en el pensamiento.
Manejo del Parkinson’s
El Parkinson es una enfermedad compleja. No existe un tratamiento estándar. Sin embargo, los medicamentos —junto con el ejercicio, la atención integral, una dieta nutritiva y prácticas de atención plena— pueden controlar los síntomas del Parkinson y ayudarle a vivir bien.
Establecer una rutina de ejercicio poco después del diagnóstico puede ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar el movimiento, la fuerza, el equilibrio y el estado de ánimo. También puede ayudarle a dormir mejor. Mantenerse social e interactuar puede reducir la sensación de soledad.
Su equipo de atención es igualmente importante. Busque profesionales médicos expertos en Parkinson, incluyendo un neurólogo, un terapeuta del habla y el lenguaje, un fisioterapeuta y un terapeuta ocupacional, un trabajador social y otros profesionales de la salud, para que le ayuden a controlar los síntomas de la EP. No deje de acudir a las revisiones periódicas.
El papel de los medicamentos
La mayoría de los medicamentos para el Parkinson mejoran los síntomas aumentando la dopamina en el cerebro o actuando como la dopamina. La levodopa es el fármaco más eficaz para tratar los síntomas del Parkinson. En el transcurso del Parkinson, la mayoría de las personas tomarán levodopa en algún momento.
La ansiedad y la depresión también pueden ser frecuentes en el Parkinson y afectar al bienestar incluso más que los síntomas motores. Tratar estos síntomas mediante una combinación de medicamentos, como un ISRS, un IRSN o la mirtazapina, —un antidepresivo tricíclico—, junto con terapia, control del estrés y mantener la actividad física, puede reducir la discapacidad significativamente.
Las personas recién diagnosticadas de Parkinson a menudo se preguntan cuándo deben empezar a tomar la medicación. Los estudios demuestran que esperar no tiene beneficios. La mayoría de los médicos concuerdan en que debe empezar a tomar la medicación cuando los síntomas se vuelvan molestos.
Dado que no cada persona experimenta la EP de forma única, los tratamientos varían de una persona a otra, al igual que el ritmo de progresión. Sin embargo, conocer los estadios típicos del Parkinson puede ayudarle a anticiparse a los cambios:
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En los primeros cinco años después del diagnóstico, es posible que los síntomas no afecten su vida diaria significativamente. Su médico podría recomendarle un ensayo clínico. La participación en la investigación del Parkinson podría darle acceso temprano a nuevos tratamientos, mejorar la atención y sentar las bases para una cura.
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En un plazo de uno a diez años, conforme los síntomas empiezan a interferir con las actividades, la mayoría de las personas con Parkinson pueden esperar una respuesta duradera y constante a la medicación.
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Entre cinco y 20 años después del diagnóstico, al cerebro le resulta cada vez más difícil conservar dopamina. La respuesta de su cuerpo a la levodopa puede volverse más corta y menos eficaz. Esto puede provocar fluctuaciones motoras: periodos en "on", cuando la medicación funciona bien, y periodos en "off", cuando la medicación deja de hacer efecto y los síntomas reaparecen. Es importante trabajar de cerca con su médico para ajustar el tratamiento y encontrar lo que mejor se adapte a usted.
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Después de 10 o más años de vivir con Parkinson, las personas pueden experimentar problemas más importantes. Algunas personas pueden desarrollar importantes problemas de memoria y pensamiento. Problemas de equilibrio, caídas y congelamiento (la incapacidad temporal para moverse) también puede volverse un problema. Su médico puede hablarle de ajustes de la medicación o terapias farmacológicas o mandarlo a ver a un profesional médico adecuado para sus necesidades, que puede ser un neuropsicólogo, un psiquiatra, un terapeuta del habla y el lenguaje o un terapeuta ocupacional.
Tipos de medicamentos utilizados en el Parkinson
Es frecuente que las personas con Parkinson tomen una variedad de medicamentos, en distintas dosis y momentos del día, para manejar los síntomas. Esto puede incluir:
Agonistas de la dopamina: al principio, los fármacos que estimulan la dopamina en el cerebro, como el pramipexol, el ropinirol y la rotigotina, a menudo pueden tratar los síntomas motores del Parkinson. Los agonistas de la dopamina presentan menos riesgo de discinesias, movimientos erráticos involuntarios que suelen comenzar tras unos años de tratamiento con levodopa.
Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, mareos, somnolencia, confusión y trastornos del control de los impulsos, como compras compulsivas, juegos de azar, comer en exceso y los impulsos sexuales. Los estudios muestran que un 28% de las personas con Parkinson dejan de tomar agonistas de la dopamina debido a los efectos secundarios, mientras que un 40% necesita añadir otra medicación en un plazo de dos años.
Levodopa: la levodopa, el fármaco más eficaz para los síntomas motores del Parkinson, sustituye a la dopamina en el cerebro. Suele administrarse en combinación con el fármaco carbidopa para reducir las náuseas, un efecto secundario frecuente. Tomar levodopa con las comidas también puede reducir las náuseas, pero las proteínas pueden interferir en la eficacia del fármaco. Alrededor de un 2% de las personas dejan de tomar levodopa debido a los efectos secundarios, mientras que un 15% necesita añadir otra medicación a los dos años.
Las discinesias, también relacionadas con la levodopa, pueden controlarse a menudo mediante un ajuste de la dosis o mediante tratamiento directo, utilizando un medicamento llamado amantadina. Funciona bloqueando el NMDA, una sustancia química que provoca movimientos extras. La amantadina de liberación inmediata también se utiliza a veces sola para los síntomas motores del Parkinson. Existe un mayor riesgo de confusión y alucinaciones con el uso de amantadina en personas de más de 75 años. También puede asociarse a hinchazón de piernas, alteraciones de la piel y otros efectos secundarios.
Anticolinérgicos: Los medicamentos trihexifenidilo y benztropina se utilizan a veces para mejorar el temblor o las distonías (calambres dolorosos y sostenidos). Actúan bloqueando la acetilcolina, una sustancia química del cerebro relacionada con el movimiento. Sin embargo, su uso debe evitarse en personas de 70 años o más debido al riesgo de confusión y alucinaciones. Los anticolinérgicos también pueden asociarse a visión borrosa, sequedad de boca, estreñimiento y retención urinaria.
Algunos de los medicamentos que su médico podría considerar para mejorar los efectos de la levodopa son:
Inhibidores de la MAO-B: los inhibidores de la monoaminooxidasa B rasagilina, selegilina y safinamida ponen más dopamina a disposición del cerebro. Estos medicamentos pueden utilizarse solos o en combinación con la levodopa para aumentar su eficacia. Los inhibidores de la MAO-B suelen tolerarse bien, pero un 70% de las personas que los toman solos para el Parkinson necesitarán añadir otra medicación a los dos años.
Inhibidores de la COMT: medicamentos como la entacapona y la opicapona aumentan la levodopa disponible en el cerebro al bloquear la enzima catecol-O-metil transferasa.
Antagonista del receptor A2A: la istradefilina, un antagonista de la adenosina A2A, bloquea la adenosina en los receptores A2A del cerebro para reducir el tiempo en "off" de la levodopa.
La levodopa inhalada se utiliza a menudo con la levodopa, según sea necesario, para el tiempo en "off" repentino. La apomorfina inyectable también puede utilizarse a demanda, para el alivio en tiempos en "off". Ambos medicamentos pueden aumentar el riesgo de discinesias.
Es importante trabajar con su médico para encontrar el equilibrio adecuado para usted. Su médico puede aumentar o disminuir su dosis de levodopa con base en sus síntomas. Por ejemplo, el temblor, la rigidez o los problemas de movilidad podrían beneficiarse de un aumento de la levodopa. Sin embargo, las alucinaciones, la confusión y la baja presión arterial podrían mejorar con una disminución de la levodopa.
También existen estrategias y medicamentos para controlar el babeo, el goteo nasal, los problemas de sueño, los problemas intestinales, los cambios en el pensamiento y otros desafíos del Parkinson.
¿Qué pasa si no funciona la levodopa?
Si está tomando levodopa pero no obtiene beneficios, hable con su médico. Estas son algunas preguntas que puede hacer:
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¿El síntoma que le molesta no responde bien a la levodopa? ¿Podría estar relacionado con otro problema de salud?
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¿Le convendría que lo manden a ver a un terapeuta de rehabilitación u otro profesional médico?
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¿Puede haber algo que esté interfiriendo en la absorción de la medicación? Algunas personas experimentan menos beneficios cuando toman levodopa con una comida alta en proteínas.
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¿Tiene alguna condición que se parezca al Parkinson?
También es importante discutir si es necesario ajustar la dosis. Por ejemplo, los efectos del Sinemet, una forma de levodopa, sólo duran poco tiempo: a los 90 minutos, la mitad ha desaparecido. Su médico puede ajustar el horario y la dosis de levodopa, utilizar una formulación de acción más prolongada o recomendar tomar la medicación 30 minutos antes o 60 minutos después de comer.
Terapias avanzadas
Si se vuelve difícil controlar las fluctuaciones motoras ajustando la medicación oral, existen otras opciones para mejorar la absorción de la medicación y reducir el tiempo en "off":
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La terapia con Duopa suministra carbidopa-levodopa en gel directamente al intestino a través de un tubo colocado quirúrgicamente.
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La terapia con foscarbidopa y foslevodopa (Vyalev) utiliza una bomba para administrar de forma constante una forma de levodopa bajo la piel a través de un pequeño tubo llamado cánula. Se utiliza una aguja para colocar la cánula.
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La terapia continua con apomorfina (Onapgo) utiliza una bomba para administrar apomorfina de forma continua a través de una fina aguja colocada bajo la piel.
Estos medicamentos requieren ajustes en el estilo de vida, instrucción para su uso y un compromiso con el buen cuidado de la piel para reducir el riesgo de irritación e infecciones.
Otras opciones además de la medicación
En ocasiones, los síntomas de Parkinson más avanzados pueden beneficiarse de otras estrategias de tratamiento, como la estimulación cerebral profunda (ECP, o DBS, por sus siglas en inglés), que consiste en implantar quirúrgicamente un generador de impulsos eléctricos conectado a electrodos colocados en el cerebro para tratar los síntomas motores del Parkinson y algunos síntomas no motores.
La ECP podría ser considerada para alguien que:
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vive con la enfermedad de Parkinson clásica
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tiene síntomas que responden a la levodopa
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experimenta frecuentes fluctuaciones motoras y temblores, a pesar de una dosificación constante de la medicación
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tiene discinesias molestas
Tras la ECP, muchas personas pueden reducir su medicación y seguir experimentando una reducción de los síntomas de la EP. La reducción de la dosis de medicamento puede llevar a menos discinesias.
El ultrasonido focalizado, una terapia no invasiva, no requiere una incisión quirúrgica. Durante el procedimiento, se dirigen ondas sonoras de alta frecuencia a una zona específica del cerebro relacionada con el temblor para aliviar el temblor de la enfermedad de Parkinson. A diferencia de la terapia de ECP, que es ajustable y reversible, los cambios por ultrasonido focalizado son permanentes.
Si tiene preguntas acerca de las opciones de tratamiento de la EP, comuníquese con nuestra Línea de Ayuda al 1-800-4PD-INFO (473-4636) opción 3 para español o en Helpline@Parkinson.org.
Aprenda más
Explore nuestros recursos acerca de medicamentos para tratar los síntomas del Parkinson:
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Visite nuestra página web sobre “Medicamentos recetados”.
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Descargue nuestra hoja informativa “Entendiendo la Estimulación Cerebral Profunda (ECP)”.
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Escuche nuestro pódcast “Entendiendo el horario del medicamento y cómo prepararse para la cita con el neurólogo”.