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Alucinaciones y delirios en la enfermedad de Parkinson

Man looking thoughtfully out the window

Puede resultar sorprendente descubrir que de 20 a 30 por ciento de las personas con la enfermedad de Parkinson (EP) experimentarán alucinaciones visuales. Aunque por lo general no son un síntoma del Parkinson en sí, pueden desarrollarse como resultado de un cambio en la medicación para el Parkinson o como un síntoma de una infección o enfermedad no relacionada. Es importante conocer los signos de una alucinación y cómo manejarlos.

Las alucinaciones y otros cambios perceptuales más severos pueden ser alarmantes para la familia, a menudo más que para la persona que los experimenta. Para el bienestar de las personas con Parkinson y los cuidadores, es importante identificar las alucinaciones lo antes posible y tomar medidas para reducirlas.

El siguiente artículo se basa en las últimas investigaciones y en una de las Charlas con Expertos - Expert Briefings de la Parkinson’s Foundation sobre alucinaciones y delirios en el Parkinson organizado por Christopher G. Goetz, MD, Profesor de Ciencias Neurológicas, Profesor de Farmacología en el Rush University Medical Center, Centro de Excelencia de la Parkinson's Foundation.

Alucinaciones 101

Los médicos a menudo se refieren a las alucinaciones y otros cambios en la percepción como psicosis. Si bien no todas las personas con Parkinson desarrollarán psicosis o sus síntomas, aún puede ser una idea aterradora.

Una alucinación es una percepción falsa. La persona ve, oye, siente o percibe algo que no está ahí. Entre las personas con Parkinson, son más comunes las alucinaciones visuales, a menudo de personas o animales. Tienden a tener colores vivos y a suceder por la noche. Por lo general, no son aterradoras y pueden volverse familiares. Por ejemplo, una persona puede alucinar regularmente a un cachorro con un collar rojo.

Un delirio es una convicción fija de que algo es real cuando no lo es. Por ejemplo, Tom, quien tiene Parkinson y anteriormente fue un vendedor de automóviles, estaba convencido de que su casa era una concesionaria de automóviles.

La paranoia es un engaño dominado por la sospecha, el miedo y la preocupación por la seguridad. Por ejemplo, una persona puede acusar falsamente a su pareja de infidelidad.

Entre las personas con Parkinson, estos cambios perceptuales se desarrollan dentro de un espectro:

  • Leves: ilusiones, percepciones erróneas o alucinaciones sin forma, como un movimiento en las sombras. La persona reconoce que no son reales.
  • Ligeras: alucinaciones formadas, donde la persona ve a un niño o animal pequeño, como un gato. Parece real, pero la persona sabe que no lo es.
  • Moderadas: alucinaciones formadas, como un hermano o una persona. Hay una pérdida de conocimiento y la persona piensa que la alucinación es real.
  • Severas: pueden ser negativas. Por ejemplo, la persona puede pensar que un extraño está tratando de hacerle daño a él o ella, o a un ser querido. Los delirios también pueden ser agradables: la persona podría pensar que vive en un jardín o en un hotel todo incluido.

Dado este rango, los delirios pueden afectar fácilmente la calidad de vida de una persona. Al experimentar una alucinación o delirio, es común que la persona que lo experimenta se sienta tranquila, pero que los miembros de la familia se sientan alarmados.

Una progresión de estos síntomas es consistente en el Parkinson. Sería raro que una persona con Parkinson tuviera delirios sin alucinaciones. Sin embargo, si una persona de repente tiene delirios, es probable que la causa sea una infección u otro problema médico y es importante consultar a un médico de inmediato.

Tuve una alucinación: ¿Y ahora qué?

La investigación ha demostrado que para muchas personas con Parkinson que las tienen, las alucinaciones comienzan después de un cambio en la medicación; más específicamente, un aumento de la levodopa (también conocida como Sinemet). Factores adicionales hacen que una persona sea más propensa a experimentar alucinaciones cuando se cambian los medicamentos, como otros problemas cognitivos o de memoria, depresión y problemas de sueño. La demencia (Término utilizado para describir una serie de trastornos cerebrales que causan un amplio conjunto de síntomas como desorientación, confusión, pérdida de memoria, deterioro del juicio y alteraciones en el estado de ánimo y la personalidad) también aumenta el riesgo de alucinaciones y delirios cuando se cambian los medicamentos para el Parkinson. La demencia significa cambios cognitivos, ya sea en la memoria, el juicio o la atención, que interfieren con la vida diaria.

Una cosa que no afecta el riesgo de alucinaciones es su dosis regular de levodopa. Más bien, los estudios muestran que es un cambio en la dosis, un aumento en una dosis que ha sido estable, lo que desencadena alucinaciones.

Consejo: Experimentar una alucinación no significa que se esté "volviendo loco". Muchas personas reconocen que sus alucinaciones no son reales. No reaccione a estas visiones o sonidos ni interactúe con ellos; descártelos. Mencione el tema a su médico de inmediato.

Las personas con Parkinson a menudo preguntan: "¿Es mi alucinación un evento único?" Un estudio buscó responder a esto mediante el seguimiento de 89 personas con Parkinson durante 10 años. Al principio, alrededor de un tercio experimentó alucinaciones. Con el tiempo, más participantes las experimentaron. El estudio encontró que la mayoría de las personas con Parkinson que alucinan probablemente continuarán haciéndolo y con el tiempo, las alucinaciones pueden empeorar. Además, después de 10 años, la mayoría de los participantes experimentaron alucinaciones.

Opciones de tratamiento

Después de experimentar una alucinación o un delirio, es importante comprender mejor las opciones de tratamiento:

  1. Descarte una enfermedad médica como causa. Las causas más comunes de confusión y agitación repentinas son la infección del tracto urinario o la neumonía. ¿Recientemente comenzó un nuevo medicamento no relacionado con el Parkinson, como un medicamento para la vejiga o un narcótico?
  2. Revise sus recetas. ¿Se han resurtido correctamente? Verifique sus dosis y píldoras.
  3. Visite a su médico habitual de inmediato. Si es posible, trate de evitar la sala de emergencias. Su neurólogo o especialista en trastornos del movimiento puede ofrecer enfoques médicos para reducir las alucinaciones. Bajo la supervisión de su médico, reducir la dosis de su medicamento primario para el Parkinson puede hacer que las alucinaciones sean más manejables. Sin embargo, puede ser un intercambio: reducir los medicamentos puede causar una marcha inestable o un aumento en el temblor.
  4. Hable con su médico acerca de la eliminación de los medicamentos no esenciales. Muchos medicamentos complementan los beneficios de la levodopa, pero pueden no ser necesarios. Estos incluyen los anticolinérgicos (trihexifenidilo, biperiden, Benadryl), la amantadina y los inhibidores de la monoaminooxidasa-B (selegilina, rasagilina).
  5. Su médico puede recetarle medicamentos que ataquen las alucinaciones. Los medicamentos como la clozapina o uno que promueve el sueño pueden ayudar a controlar las alucinaciones. Las terapias para la demencia pueden mejorar la cognición y la capacidad de hacer frente a las alucinaciones. Hable con su médico para encontrar un plan de tratamiento que funcione para usted.

Consejos que probar en casa

  • Mantenga buenos hábitos de sueño: duérmase y despierte a la misma hora todos los días. Evite las siestas largas.
  • Mantenga las luces encendidas por la noche para reducir las sombras que pueden confundirse con alucinaciones.
  • Planifique con anticipación las noches en hoteles u otras estadías en lugares desconocidos.
  • Salga y haga ejercicio: la estimulación y la interacción social de una clase pueden hacer que sea más fácil descartar las alucinaciones.

Consejos para cuidadores

Cuando una persona con Parkinson desarrolla alucinaciones, trabaje inmediatamente con su médico y siga estrategias en casa para que las alucinaciones sean manejables. Reconocer las alucinaciones y descartarlas son formas importantes de sobrellevarlas.

Las alucinaciones y la psicosis son los aspectos del Parkinson que dificultan la atención domiciliaria. Son desmoralizantes, pueden interrumpir el sueño y fragmentar la vida hogareña de la familia. Más que las dificultades de movimiento o cualquier otro aspecto del Parkinson, las alucinaciones y los delirios resultan demasiado para los cuidadores.

Cuidar a alguien que experimenta alucinaciones y delirios es un trabajo difícil. Lea consejos particulares e historias sobre el cuidado en el libro de la Parkinson’s Foundation Psicosis: Una guía mental para el Parkinson.

Llame gratis a la Parkinson’s Foundation Línea de Ayuda al 1-800-4PD-INFO (473-4636), opción 3 para español, para hablar con un especialista en Parkinson acerca de sus preguntas sobre el Parkinson.

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