Serie Nutrición: ¿Qué comer? Pérdida de Peso
La alimentación es una herramienta fundamental para las personas con la enfermedad de Parkinson (EP) que están bajando de peso. La pérdida de peso es un tema muy serio ya que la simple pérdida de un 10% de peso puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades, disminución en la masa muscular, pérdida de la fuerza muscular, falta de energía y fatiga y/o fracturas óseas.
Razones por las cuales se pierde peso
Generalmente uno suele oír que las personas desean bajar de peso y no lo opuesto. La pérdida de peso para las personas con la enfermedad de Parkinson puede presentarse en las diferentes etapas de la enfermedad: en la etapa temprana, intermedia o avanzada.
- En la etapa temprana, la introducción de medicamentos nuevos puede causar una falta de apetito, disminución del olfato y/o trastornos en el ánimo, debido al diagnóstico y pronóstico de dicha enfermedad.
- En la etapa avanzada, la preparación y el consumo de las comidas se ven dificultados por los temblores, no tener asistencia o ayuda en la cocina, dificultades para tragar algunos alimentos y/o el estreñimiento.
NOTA: Para ver consejos sobre la nutrición y el aumento de peso, visite nuestro Canal en Español: Recursos Para Ti para el video de la nutricionista, Debbie Polisky, desde su cocina.
Técnicas generales para aumentar de peso
Consumir alimentos en suficiente calidad y cantidad es primordial para cubrir las necesidades energéticas y nutritivas. A su vez, agregar actividades físicas que aumenten la masa muscular a través de ejercicios de resistencia corporal, solamente con el cuerpo o con bandas elásticas y/o pesas.
Las principales recomendaciones para subir de peso incluyen:
- Comer con mayor frecuencia: Cuando la persona con la enfermedad de Parkinson no siente apetito, es importante dividir la comida en varias porciones a lo largo del día. Para algunas personas esto significa tomar 5-8 porciones más pequeñas de comida o de bebida variada a lo largo del día en vez de hacer comidas más abundantes 2-3 veces al día.
- Escoger comidas ricas en nutrientes: Muchas veces el desgano hace que uno coma “cualquier cosa” o compre “cualquier comida” sin pensar en la calidad de la alimentación. Cuando se eligen alimentos de alta calidad nutritiva, la persona come variado y se siente mejor. Esto significa variar los nutrientes esenciales como son proteínas de alta calidad biológica (sea de origen animal, como carnes, pollo, pescado, mariscos y huevo, o de origen vegetal, como son nueces y semillas, granos integrales, frijoles y leguminosas), grasas de tipo vegetal (aguacates, nueces y semillas, aceites de alta calidad) y carbohidratos no refinados sino complejos (granos y cereales integrales, pastas integrales, pan y galletas integrales, frijoles y leguminosas, leche y yogurt).
- Evitar alimentos vacíos de nutrientes: Aunque la tentación a veces predomina sobre la calidad, es importante disminuir los azúcares refinados, dulces, chocolates, grasas y comida rápida, papas fritas y alimentos altos en sodio. Estos alimentos aportan calorías vacías sin vitaminas, minerales y nutrientes esenciales para el cuerpo.
- Tomar jugos, batidos y licuados de frutas y verduras: Lo casero permite que uno agregue mayor nutrición a su bebida. Además, hay veces que es más fácil tomar una bebida altamente nutritiva, que un plato de comida, ya sea porque no se tienen ganas, tiempo o fuerzas para cocinar. A los batidos y jugos, se pueden agregar varios alimentos altos en proteínas, grasas y carbohidratos, que además aporten antioxidantes, vitaminas y minerales. Pueden ser a base de agua, jugos naturales, leche tradicional o leches alternativas (almendras, soya, avena), con semillas y nueces molidas, granos integrales, huevo, frutas y verduras frescas y hierbas aromáticas.
- Elegir productos lácteos enteros: Aunque se suele hablar de lácteos descremados, la persona que desea o debe aumentar de peso, puede elegir lácteos enteros. Éstos contienen más calorías y grasas para el aumento de peso mientras que brindan proteínas, calcio y vitamina D para fortalecer los huesos.
- Preparar salsas y sopas con leche en lugar de agua: Al preparar sopas y salsas caseras con leche, el producto final aportará más calorías a la preparación. Además, se puede agregar a la sopa muchos alimentos nutritivos como son verduras, hierbas, granos y frijoles o proteínas animales, tales que carnes, pescado, pollo o mariscos, brindando variedad al plato final.
- Comer como un arcoíris: Consumir diariamente frutas y verduras de diversos colores, tanto cocidos como crudos. La variedad de verduras y frutas junto con sus colores anaranjados, amarillos, rojizos, violetas, azules, blancos y amarronados, aseguran una gran variedad de antioxidantes, protectores de la salud.
- Adaptar la alimentación a la consistencia adecuada: Cada persona tiene sus necesidades particulares, ya sea de alimentos más blandos o licuados por la dificultad al tragar o quizá un postre sabroso cuando uno no tiene mucho apetito.
No importa la etapa o las limitaciones de la persona. Lo importante es asegurar una alimentación sana y sabrosa que abra el apetito de la persona con la enfermedad de Parkinson, estimulando su apetito y sus ganas de comer.