
A primera vista, la enfermedad de Parkinson (EP, o PD, por sus siglas en inglés) parece ser una afección muy limitada, caracterizada por problemas con el movimiento, tales como temblores, rigidez muscular y lentitud de movimiento. Entre estas características “no motoras” de la EP están las perturbaciones del sistema nervioso autónomo es decir, la parte del sistema nervioso que controla las funciones corporales “automáticas” tales como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la sudoración, la función sexual y tanto la función gastrointestinal como la urinaria.
Para más información sobre este tema, escuche nuestro podcast: “Deshaciendo la barrera del idioma con una clínica hispana” y “La nutrición y el Parkinson.”